Merece más de un post. Así que aquí solo su presentación, para que no dejen de visitar el Museo del Bicentenario. Ubicado justo detrás de la Casa Rosada, y bajo tierra, donde funcionó la Aduana Taylor (1855) y el Fuerte de Buenos Aires (Siglo XVIII), el espacio sorprende por la alta tecnología y ese aire de museo contemporáneo que nada tiene que envidiarle a los mejores del exterior.
Uno de los grandes aciertos, el techo vidriado, que no solo da luz a los recovecos históricos (mantiene los muros de ladrillo original), sino que también permite ver la Casa Rosada.
Por un lado se puede hacer un recorrido por los 200 años de historia desde la Revolución de Mayo de 1810 hasta la actualidad. Allí se pueden ver todo tipo de objetos históricos, como un auto de los años 50, un pañuelo de Hebe Bonafini y un mueble de estilo comprado por Sarmiento en Nueva York. Por otro lado, hay una exposición de cuadros que representan distintos momentos del arte argentino.
Y lo mejor, el mural del mexicano Siqueiros, “Ejercicio Plástico” de 1930. Hoy se lo puede conocer casi como cuando formó parte del sótano de la casona de Natalio Botana, ubicada en Don Torcuato, en las afueras de Buenos Aires.
Dónde: Hipólito Yrigoyen y Paseo Colón, detrás de la Casa Rosada.
Cuándo: De miércoles a domingo de 11 a 19hs.
Entrada: Gratis
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