Los graffitis invaden el subte y ponen color a uno de los sitios más grises de la ciudad. Pero… ¿pintar hasta las ventanillas?
Esta mañana me tocó viajar en un vagón casi totalmente pintado. A tal punto que desde adentro era imposible ver hacia afuera y dejaba a los pasajeros desorientados. De hecho, unos cuantos pasaron el viaje haciendo piruetas para poder descifrar por dónde íbamos.
Viajar en un vagón invadido de graffitis tiene su precio. Como mi estación era la última, viajé despreocupada; pero no es una buena opción para quien baja en una intermedia.
Viajar en un vagón invadido de graffitis tiene su precio. Como mi estación era la última, viajé despreocupada; pero no es una buena opción para quien baja en una intermedia.
BIEN AHI ALTAS FOTOS
ResponderEliminarSALUDOS
BW!!